Comprendiendo el tornado” Breve reseña de la depresión.

Manuel Ricardo Barojas Alvarez, Psiquiatra. Secretaría de Marina-Armada de México

“Miren lo que puede ocurrir en este país, dirían. Una chica vive durante diecinueve años en un pueblo ignorado, tan pobre que no puede siquiera comprar una revista, y entonces gana una beca para la universidad, un premio aquí, otro allá, y termina conduciendo Nueva York como si fuera su propio coche. Sólo que yo no conducía nada, ni siquiera a mí misma. No hacía más que saltar de mi hotel al trabajo y a fiestas y de las fiestas al hotel y de nuevo al trabajo, como si fuera un tranvía entumecido. Creo que tenía que estar tan emocionada como la mayoría de las demás chicas, pero no lograba reaccionar. Me sentía muy tranquila y muy vacía, como debe de sentirse el ojo de un tornado que se mueve con ruido sordo en medio del estrépito circundante”.

Fragmento del libro “La campana de cristal” de Sylvia Plath 1

El anterior fragmento literario es uno de los ejemplos más vívidos y que transmiten en carne propia la sensación de la galardonada  poeta y novelista Sylvia Plath quien a pesar de múltiples tratamientos con terapia electroconvulsiva para una depresión grave y resistente a los fármacos de su época, se suicidó en 1963.

Este padecimiento médico tiene su origen en el siglo IV a.C. cuando Hipócrates describió la melancolía como un desorden persistente de tristeza, de origen cerebral.2  Sin embargo,  existieron diferentes puntos de vista. Por ejemplo, como un trastorno que proviene del corazón. 3

La figura que se aprecia ha sido tomada de un manuscrito del siglo XI;  y es la ilustración de la función cerebral más antigua del mundo occidental alto.  Alrededor del círculo, leemos «el hombre tiene cuatro partes principales» que son, en el sentido de las agujas del reloj, a partir del mediodía: el hígado, el corazón, los testículos y el cerebro “cerebrum”.  Este último es, en realidad, el dibujo de una calavera desde arriba y desde el interior con las suturas craneales, representadas por una doble línea.3 Estas facultades mentales escritas a través son: fantasía, razonamiento y memoria.

Haciendo referencia a la teoría de «cualidades» de los griegos antiguos, el cerebro se consideraba como frío y húmedo, siendo el corazón opuesto, caliente y seco.  3

Dando un salto grande a lo largo del tiempo, llegamos a 1801, cuando el padre de la psiquiatría moderna Philippe Pinel en el Hospital de la Salpêtrière de París, publica el libro: »Traité médico-philosophique sur l’aliénation mentale » conservando el concepto de melancolía. Esquirol, posteriormente describe la monomanía, cuyo nombre fue adoptado por la Academia Francesa en 1835, se caracterizaba por la pasión alegre o triste, excitante u opresiva, que produce un delirio fijo y permanente.5 Lipemanía con las mismas características de la melancolía de Pinel. Actualmente, estos términos históricos no son más que el antecedente de la depresión como la conocemos hoy en día.4,5

Desde el punto de vista epidemiológico actual, la depresión, prevalece en más de 280  millones de personas y posee un crecimiento exponencial actual de 3.8% en la población mundial. Este padecimiento ha generado altos costos sanitarios por su atención y por la discapacidad asociada. En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio. Más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año.6

Si nos adentramos a las características clínicas y biológicas, los episodios de depresión mayor están caracterizados por un estado de ánimo triste, el cual tiene la asociación más fuerte con el deterioro del funcionamiento general, pero la segunda asociación más fuerte con el deterioro del funcionamiento general es la de los síntomas cognitivos. Los estudios de neuroimagen funcional sugieren que el deterioro cognitivo puede manifestarse en la necesidad de un mayor esfuerzo de pensamiento porque los pacientes deprimidos muestran una mayor activación de las regiones cerebrales implicadas en el control cognitivo, como el córtex prefrontal dorsolateral y el córtex cingulado anterior.7

La neurobiología hipotética de la depresión es multifactorial. Además de una deficiencia de monoaminas. Una notable hipótesis actual es que el estrés, la inflamación y otros factores genéticos y ambientales (como la adversidad en los primeros años de vida, el microbioma y las enfermedades médicas crónicas) conducen a la pérdida de factores de crecimiento y esto conduce a su vez a la neuroprogresión, comenzando con la falta de mantenimiento sináptico y luego la pérdida de sinapsis y arborización dendrítica, para finalmente conducir a la pérdida de las propias neuronas.7

Otra hipótesis sobre la base neurobiológica es que se trata de un trastorno del ritmo circadiano que provoca un retraso de fase en el ciclo sueño-vigilia. El grado de este retraso se correlaciona con la gravedad de la depresión.

La disfunción sináptica y las anomalías estructurales del cerebro con deterioro funcional conducen a deterioro cognitivo duradero, mayor vulnerabilidad a nuevos episodios, y resistencia al tratamiento.

En el horizonte del tratamiento,  se observan mejoras en modelos animales de neuroplasticidad tras potenciar la neurotransmisión glutamatérgica y gabaérgica con nuevos fármacos. Sin embargo, cualquier terapia que pueda tratar con éxito la depresión, potencialmente restablece procesos de neurotransmisión y tróficos que restauran sinapsis.7


A pesar de lo anterior más del 75% de las personas de los países de ingresos bajos y medios no reciben tratamiento.  Entre los obstáculos se encuentran la falta de recursos, personal sanitario capacitado y el estigma social. 6

Como conclusión, para vencer el estigma de este padecimiento es imprescindible continuar informando empática y objetivamente a nuestra comunidad las ventajas de los distintos modernos tratamientos psiquiátricos a corto y largo plazo. Comprender el tornado.


Referencias

1.- Cf. The Bell Jar, Harper Perennial Classics Edition, pág. xii, por Frances McCullough. ISBN 0-06-093018-7

2.- Blazer, Dan G.: The Age of Melancholy: «Major Depression» and its Social Origin. Routledge, 2005. ISBN 978-0-415-95188-3.

3.-Clarke E, Dewhurst K. (1984) Histoire illustrée de la fonction cérébrale. Deuxième édition. Les editions Roger Dacosta 19, boulevard Raspail- 75007 Paris

4.- Pinel, Philippe (1801). Traité médico-philosophique sur l’aliénation mentale, ou La manie (in French). Paris: chez Richard, Caille et Ravier. Retrieved 25 December 2020.

5.- Esquirol, Étienne (1845). Mental Maladies; a Treatise on Insanity. Lea and Blanchard.

6.- Institute of Health Metrics and Evaluation. Global Health Data Exchange (GHDx).  http://ghdx.healthdata.org/gbd-results-tool?params=gbd-api-2019-permalink/d780dffbe8a381b25e1416884959e88b (Accessed 1 May 2021).

7.- Stephen M. Stahl (2021) Stahl ‘s Essential Psychopharmacology. Neuroscientific Basis and Practical Applications 5th Edition. University of California, San Diego.ISBN: 9781108971638