Sí a la vida en cualquier circunstancia, una perspectiva desde la Logoterapia

Sara Reznik Klein

Víktor Frankl nació en Viena Austria el 26 de marzo de 1905 y falleció el 2 de septiembre de 1997.

Fundador de la logoterapia y del análisis existencial.

Sobrevivió a cuatro campos de concentración nazi, allí perdió a su querida esposa Tilly, la cual fue trasladada a un campo de concentración en el cual perdió a su bebé y su vida.

Conocemos que V. Frankl escribió varios libros entre ellos uno de los más conocido es el Hombre en busca de sentido, en el que explica cual fue su motivación para escribirlo y cómo logró sobrevivir a esta situación límite de vida. De estas experiencias explora lo que es el Sentido de Vida.

Existen personas que dicen sí a la vida a pesar de los reveses que conlleva, para otras personas esto resulta sumamente difícil y dicen No, ya que sienten una enorme frustración hacia lo que les ha ocurrido y el vivir día a día la situación muchas veces impide tener una actitud más positiva.

La logoterapia es una terapia centrada en sentido de vida que ayuda a las personas a encontrar cómo sobreponerse a situaciones dolorosas, que aparecen en momentos de angustia, de desesperación en las que se enfrenta la persona y el cómo poderles encontrarles sentido.

Día a día aprendemos que lo que tenemos y podemos dar es ese sentido del momento en el aquí y ahora.

felicidad y plenitud

En nuestra vida tenemos patrones de conducta los cuales han sido heredados por nuestra familia, por el medio ambiente en el que crecimos y nuestras experiencias de vida que van marcando nuestra personalidad. Así tenemos pensamientos que van de diferentes formas ya sea positivos o negativos, los negativos incomodan, causan turbulencia, poco gratificantes y más bien dolorosos.

Esa incomodidad también favorece el querer transformar nuestros pensamientos y producir nuevas experiencias y con eso me refiero a ser más analíticos y menos reactivos, darnos tiempo para pensar y de esa forma pensar en lo más conveniente para uno. Los pensamientos sabemos tienen conexión con el cuerpo y los problemas físicos, esto origina un mal-estar, y la pregunta sería ¿cómo los puedo cambiar? pues tal vez dejando de culpar a los otros y ser responsable de lo que pienso y cómo actúo.

Es permitirse tener una mayor flexibilidad para comprender a los otros, ser más prudente y comprender los puntos de vista de los demás sin críticas ni recelos. Cada individuo es un ser extraordinario que transita por la vida inmerso en una serie de situaciones únicas y que, a cada momento, tiene la oportunidad de actuar, lo cual puede alcanzarse a través de lo que hace, experimenta y la actitud que toma ante lo inevitable, el sentido del momento, es como una brújula interna que orienta y que nos concientiza de los sentimientos que nos invaden.

Uno mismo es el que tiene que descubrir el sentido, el sentido se construye, desde diferentes perspectivas, la persona tiene que examinar desde ángulos, analizar identificar y estar muy atento ante lo que descubre y de esa manera responsabilizarse.

En ocasiones para definir el sentido en una situación específica se puede recurrir a los valores a fin de que la persona encuentre el valor necesario y adecuado para él. Los valores van cambiando en el tiempo y sobre todo requieren de responsabilidad y libertad.

El sentido puede encontrarse en todas partes, así que lo que se requiere es la disponibilidad a estar en sintonía. Para Frankl el espíritu. humano es nuestro instrumento, el espíritu es la dimensión específicamente humana, esto es la esencia del ser.

Tenemos un cuerpo que puede enfermar, una psique que puede sufrir perturbaciones, pero el espíritu queda imperturbable el espíritu es el área de la libertad humana y responsabilidad.

En el caso de enfermedad, uno de los recursos de la logoterapia es la voluntad de sentido, una de ellas sería tener la responsabilidad sobre alguna actividad ya que el hecho de que la persona participe y se distancie de la enfermedad le da libertad espiritual al sentirse llena de posibilidades e ideas que pueden ayudar a otros y así mismo.

Entre otras herramientas que tenemos es la conciencia, que es la brújula que apunta al sentido, así como también la autotrascendencia, que es la capacidad de amar a otro o a otros y auxiliar en lo posible de acuerdo a las condiciones de cada quien.

El humor, en la medicina, es una práctica de autodistanciamiento que entrena y orienta el pensamiento, por ejemplo, ser más accesible hacia uno mismo, quiero decir la forma de hablarnos, he oído durante mi práctica psicoanalítica y logo terapéutica a algunas personas decir cosas como “no lo hago bien”, que torpe,” “soy un fracaso”, “no entiendo”, esto hace que la persona se derrote y que entre en un estado de. falta de seguridad.

El humor facilita el proceso de distanciamiento de la enfermedad. Sí existen situaciones que no pueden ser cambiadas y otras que tal vez sí tengan que ver con la libertad de generar algo al menos más positivo para la circunstancia que se está viviendo.

Hay circunstancias que requieren trabajo físico, psíquico y espiritual para modificar la actitud a una más positiva y amable con uno mismo esto también es trascendente incluso para los familiares y personas cercanas a la persona pues significa la tolerancia, ante situaciones que no se pueden cambiar y en ocasiones la actitud de aceptación que es difícil pero también necesaria para cambiar la situación de vida.

El cambio a patrones que se han establecido en nuestro ser desde la tierna infancia ocasionando pensamientos negativos, enfermedad, las palabras que nos describen de manera poco buena y que nos desautorizan a pensar de otro modo.

Y sí lo que decidamos cambiar hoy será el principio de una vida mejor, aceptándose y respetándose. La plenitud del cambio es aquí y ahora. Recuerda que no se requieren cambios inmediatos, poco a poco día a día, cada vez que caemos nos levantaremos con más energía mental, la energía física la trabajaremos con lo que el médico indique, la energía psíquica requiere de permitir en algunos casos una terapia en la que la persona pueda expresar libremente sus sentimientos, turbulencias internas, lo que la aqueja, lo que requiere para hacer ese cambio tan deseado, cambiando los lentes que le han impuesto y que obnubilan.

Si queremos una mejor vida debemos dejar salir los pensamientos que nos hacen sufrir. tú tienes el control de lo que quieres pensar. y decir. Las palabras son importantes.

Dejar de culpar a los demás y a uno mismo, el cambio es el que da la oportunidad de mejorar nuestras relaciones y nuestras circunstancias, cambiamos el sufrimiento por situaciones más creativas por ejemplo ayudar a otro que está en una situación difícil, ser más comprensivos.

San Agustín lo dice, “Conócete, Acéptate y Supérate”. Nos superamos a través del Otro, el hombre tiene que salir de sí mismo para encontrar al otro.

Se puede afirmar que el sentido es una manera especial de plasmar las circunstancias y de imprimirles un sello personal ya que frente a cada situación cada persona, la interpretará de acuerdo a lo que vive, su libertad puede ser frenada u obstaculizada por las condiciones de vida, el hombre tiene la capacidad para modificarla al menos hasta cierto punto. Al menos poder separar su parte espiritual de la psicofísica y mental, interiorizarse por un momento para emerger al mundo renovado, con propósitos firmes y planes de acción