La anorexia desde una perspectiva psicoanalítica
Sorepaye Reznik Klein
La anorexia no sólo es destructiva para la persona que la padece sino también para las personas que conviven con este paciente, pues la familia se encuentra en una situación de desesperanza, enojo, buscando alternativas que no dan resultado, sino que incluso en algunas ocasiones generan más ansiedad en la paciente.
El concepto de pulsión de muerte ha permitido una compresión más profunda de los fenómenos agresivos de la vida mental, incluida la autodestrucción y el sufrimiento del individuo.
Este síndrome se puede tratar desde diferentes ámbitos así algunos la consideran una enfermedad psicosomática, desde el psicoanálisis tratándose de la histeria o de un trastorno narcisista por lo cual a este síndrome se le puede considerar multifactorial por ese motivo es muy importante estudiarlo desde diversas perspectivas.
Hay diferentes metodologías para tratar la anorexia, en este artículo nos enfocamos al psicoanálisis. El hombre en diferentes periodos de su vida fue visto como enfermo y es Freud, quien introduce aspectos emocionales como factores para enfermar.
El psicoanalista espera del paciente que la profundización en el conocimiento de sí mismo reduzca en el analizando la tendencia a la repetición y al desencadenamiento de los síntomas, que lo conduzca a vías más creativas.
(McDougall(1989)
Factores predisponentes
Lacan refiere la anorexia a partir de las dificultades por las que a traviesa la niña en el proceso de separación-individuación de la madre en este proceso se vería una inhibición en la evolución hacia la integración de la personalidad.
Lacan también se refiere a la historia de la anoréxica, como esa constante necesidad de sostener sus deseos, pues se encuentra bajo el dominio del Otro (madre), para poderse separar del Otro tiene la alternativa de aferrarse a un control exhaustivo de la ingesta de alimentos y así crear angustia.
Se presenta el factor de la distorsión de la imagen corporal frente al espejo en la que la anoréxica, se ve a sí misma con un sobrepeso inexistente, esto remite a la infancia en la que la niña construye su imagen como un yo ideal esto ocurre en el periodo de 6 a 18 meses de edad, es aquí en donde la anoréxica falla y hay problema para la constitución de la imagen del yo.
La madre devoradora en su deseo puede inhibir el desarrollo de la niña, el efecto de estrago, pues la niña en su afán de convertirse en todo para la madre puede convertirse en lo contrario o sea en odio y destrucción.
Freud asoció la anorexia a la teoría de la voluntad contraria. En la actualidad se describe a la anorexia como una voluntad que causa estancamiento y se convierte en un conflicto o sea la voluntad de no comer, en la negatividad de las ideas, el no poder compartir con otros, el egoísmo, el cambio constante de opiniones la envidia.
La anoréxica presenta una serie de síntomas objetivos como la simulación de síntomas subjetivos como la falta de apetito y la repugnancia a todo alimento aún en el caso de que la paciente se encuentra hambrienta reprime el hambre que la hace sentirse más fuerte. La anorexia para Freud es un síntoma histérico así como también corresponde a la personalidad narcisista y obsesiva.
En la práctica clínica he visto como pacientes con este tipo de afección empiezan primero por una dieta muy restrictiva para verse delgadas y poder tener la mirada y envidia de hombres y mujeres, al pasar el tiempo y estar delgadas dejan de frecuentar amigos, reuniones, como me han dicho para evitar tentaciones prefieren no salir y se aíslan para protegerse de no subir de peso, o sea el alimento ocupa un gran espacio y no hay otras actividades.
Además, se pueden presentar alteraciones en el sueño, preocupaciones hipocondriacas, ideas omnipotentes, pasan el tiempo renegando del alimento, se puede ver una conducta muy especial al comer, como trozar los alimentos y van separando lo que más les gusta para el final, consideran que el comer es privado y estando solas sí comen incluso con cierta voracidad, leen mucho acerca de las dietas, las calorías, no soportan el tener relaciones sexuales pues detestan sus formas femeninas.
Las pacientes si sienten la preocupación de la familia dejan de hablar como una forma de protesta y sentimiento de incomprensión.
Una paciente con estas características, rechaza la ayuda y tratará como me lo expresó una de ellas de engañar, diciendo que se lo ha comido todo para después ir a vomitar o esconder, pues se sienten juzgadas y también un reforzamiento positivo a su falta de apetito es decirle que coma más que le va a hacer daño no comer, que está haciendo sufrir a la gente con la que vive, esto exacerba su conducta y empeora el tratamiento.
La transferencia será muy importante en cuanto al éxito del tratamiento, debemos de recordar que es importante la confianza que el médico o psicoanalista puedan mostrar ser empático, pues la persona sufre y la poca energía que le queda es utilizada para reclamarse de manera dolosa el no poder cumplir su objetivo y perder el control.