TRASTORNOS DEL LENGUAJE.
Mtra. Juliana Arista Rangel Lic. En terapia en Comunicación Humana. Maestra en Psicomotricidad.
intermotus.ala@gmail.com
Con frecuencia llegan al consultorio padres de familia y cuidadores principales de personas que por algún motivo no han desarrollado el nivel de comunicación adecuado con sus iguales o bien, que por alguna circunstancia médica han perdido de forma total o parcial el lenguaje. El poder intervenir de manera temprana los problemas del lenguaje permite al individuo desarrollar la capacidad para transmitir su pensamiento, su personalidad, sus sueños, emociones y conocimientos, así como le permite mejorar la capacidad de automodulación de conductas sociales y la organización del pensamiento. Para saber cuándo intervenir, debemos comprender qué es lenguaje.
El lenguaje
El lenguaje es definido como un sistema de símbolos aprendidos que contienen un significado social y dan la habilidad a un individuo de clasificar las experiencias. La producción y la percepción de los símbolos orales son denominadas habla. En un sentido más amplio, el lenguaje es el sistema que regula gran parte de nuestras conductas y emociones, y le da una organización al pensamiento
(1). El lenguaje al ser definido como un sistema de símbolos aprendidos que contienen un significado social y dan la habilidad a un individuo de clasificar las experiencias nos permite diferenciar diversos momentos en qué se puede ver alterado su desarrollo normal o bien, la funcionalidad de este y se presenten los Trastornos del Lenguaje. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que el desarrollo del lenguaje es un proceso complejo. Y se sustenta en una estructura anatomofuncional genéticamente determinada y por la influencia verbal del medio donde se desarrolla
(2). Para el correcto desarrollo del lenguaje tanto receptivo como expresivo se debe tener un Sistema Nervioso, Sistema Auditivo, Sistema motor (principalmente del aparato fonoarticulador el cual consiste de cavidad oral, faringe y laringe) así como de un sistema respiratorio funcionales.
El comportamiento humano consiste en respuestas a estímulos internos y externos; en el caso del lenguaje, los aspectos receptivos y expresivos pueden medirse, pero debe haber un componente central o procesamiento que permite al individuo recibir varios estímulos, interpretarlos, memorizar las sensaciones y, entonces, seleccionar una respuesta adecuada.
Si alguno de estos aspectos se ve alterado de una forma, pueden manifestar alteraciones en el Lenguaje.
Los trastornos de origen expresivo son aquellos donde se encuentra alterada los componentes formales del lenguaje (fonología, léxico y sintaxis) y funcionales (semántica-significado) y la pragmática (uso contextualizado y social). (3) (2) para poder determinar este tipo de trastornos, debemos tomar en cuenta el nivel de desarrollo de lenguaje en el qué se encuentre el individuo.
En la literatura se describen los siguientes tipos de trastornos de lenguaje expresivo:
El trastorno de expresión del lenguaje se puede hacer notorio antes de los 3 años, entre los 18 meses y los 3 años y con ello la preocupación de los padres. Sin embargo, entre los 3-5 años, el niño se lleva al médico porque no habla o habla poco, o no lo entienden o no atiende. A partir de los 5 años, la escuela es la que lo refiere al especialista por problemas similares.
De los 4 a los 7 años, es un período crítico cuando se define la dirección del lenguaje.
Los trastornos de lenguaje comprensivo son aquellos que se involucra el procesamiento correcto de la información recibida por vía auditiva (lenguaje hablado) o vía visual (lenguaje escrito).
Existen diversas clasificaciones pero la mayoría coinciden en que se deben revisar las alteraciones en el desarrollo del lenguaje que no puede ser atribuidas a causas conocidas como alteraciones o fallas auditivas (hipoacusia), retraso mental, esquizofrenia, trastornos graves del desarrollo
(espectro autista) o a una enfermedad francamente de origen neurológico.
El niño que tarda en hablar
Descartamos primero las causas que no alteran la comunicación, el niño manifiesta una buena comprensión y una evolución del lenguaje similar a la de los niños normales, pero con una tardanza en la adquisición de éste. Puede ocurrir esto en los gemelos. Otra causa es el bilingüismo en la familia. Es imprescindible descartar una hipoacusia, sobre todo en niños con factores de riesgo, infecciones respiratorias, otitis media de repetición.
Disfasia
La disfasia se considera uno de los trastornos del desarrollo del lenguaje de causa no definida, aunque se considera de causa genética familiar y probable multifactorial. Adquieren el lenguaje tardíamente, éste es deficiente en su forma, fonética y estructural. Siempre se describirá en él un problema de comprensión. Su pronóstico es variable y pueden darse casos que se recuperan por completo y otros que lo hacen más adelante y que afectan de manera significativa al aprendizaje.
Carencia socioafectiva
Debe evaluarse siempre la relación del niño con el entorno familiar (ausentismo de los padres, estimulación lingüística pobre) o institucional (2), así como observar la actitud del niño y su lenguaje espontáneo. Esta carencia puede afectar a la inteligencia del niño y su lenguaje formal y pragmático de forma grave y algunas veces irreversible.
Afasia
La afasia es un trastorno del lenguaje adquirido a consecuencia de un daño cerebral que, por lo general, afecta a todas las modalidades, oral y escrita; cada una de las modalidades se puede ver afectada cualitativa y cuantitativamente en modo diferente de manera que conforma grupos sindrómicos, que pueden coexistir con deficiencias en el procesamiento cognitivo. Por lo tanto, no se reduce a la expresión o comprensión hablada, sino también a la lectoescritura, la alexia y la agrafia.
Las más comunes son:
Afasia de tipo Wernicke. En estas afasias hay alteraciones en la selección de las palabras; el repertorio léxico disminuye y existen dificultades en la comprensión del lenguaje. Además, la información acústica (fonética) del habla es defectuosamente discriminada. Igualmente, hay un déficit de las asociaciones léxicas con las semánticas, y la Afasia de tipo Broca. En estos casos hay trastornos en la secuenciación; con un componente motor de falta de fluidez, desintegración de la prosodia y déficit de coordinación verbal-articulatoria, así como ausencia de gramática.
INTERVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE.
La terapia requerirá de ciertas variantes dependiendo del caso de cada persona, y por lo general, el terapeuta se basará en las características de cada individuo. La frecuencia en la que se deba recibir las sesiones de terapia dependerá, así mismo, del problema a tratar. El tiempo en el que la persona acudirá al tratamiento es difícil de pronosticar en un principio, ya que éste depende no solamente de la severidad del problema, sino de las características propias de cada individuo y sus capacidades de recuperación. Es de suma importancia que la intervención sea llevada con un Licenciado en Terapia en Comunicación Humana, ya que este es el profesionista que cuenta con las bases teóricas, prácticas y metodológicas que se requieren para una correcta intervención terapéutica. El objetivo primordial será ofrecer herramientas para comunicarse competentemente a pesar de las dificultades del lenguaje y programar una terapia sobre todos aquellos aspectos específicos que están más alterados, teniendo en cuenta los síntomas según el grado de desarrollo del niño y su estadio evolutivo. En los casos más graves y de larga duración, la relación coste/beneficio debe valorarse, pues los individuos con dificultades crónicas importantes pueden requerir múltiples tratamientos de carácter psicopedagógico, psicológico o fisioterapéutico.
Referencias
- Orígenes del lenguaje: un análisis desde la perspectiva de las. A., Ardilla.43, s.l. : Rev. Neurol, 2006. 690-698.
- Narbona J, Cheverié-Muller E.El lenguaje del niño. Desarrollo normal, evolución y Trastornos. Barcelona : Masson, 2003. ISBN84-458-1129-0.
- Mulas F, Etchepareborda MC, Díaz-Lucero A, Ruiz-Andrés R.El lenguaje y los trastornos del neurodesarrollo. Revisión de. Trastornos del lenguaje. Barcelona: Viguera : . In Mulas F, 2008. p. 57-71.
